¿Cómo tratar una herida abierta que no se cura?

Hay muchos motivos que pueden retrasar o evitar que una herida cicatrice. Algunos de estos motivos son la presencia de infecciones, problemas de circulación, déficit de determinados nutrientes, enfermedades crónicas o el uso prolongado de ciertos medicamentos.
Sabemos que puede resultar difícil para un paciente comprender que una herida puede ser crónica desde el momento en que ve que no sana desde hace tres o cuatro semanas. Pero, ¿qué se puede hacer al respecto?
Tener hábitos saludables ayuda a conseguir una buena cicatrización. La obesidad, el estrés, el tabaquismo y también la edad, pueden tener un efecto negativo sobre las heridas y su correcta cicatrización, sin dejar de lado una higiene adecuada y evitar la exposición a sustancias tóxicas.

¿Cómo favorecer la cicatrización en zonas difíciles?

Cuando decimos zonas difíciles nos referimos a zonas con movimiento constante como las articulaciones o zonas de expresión como la frente, zonas que son punto de apoyo como las plantas de los pies y también zonas en las que hay más humedad o roce como el interior de la boca. La mala circulación sanguínea en una parte del cuerpo también dificultará el proceso de cicatrización.
En estas zonas es más difícil que las heridas cicatricen. Para acelerar la cicatrización y evitar el riesgo de infecciones es importante mantener siempre la herida limpia y protegida, evitar la tensión excesiva en la piel circundante y seguir las recomendaciones médicas.

Cómo curar una herida abierta leve

Para curar una herida abierta leve, es importante limpiarla suavemente con agua y jabón, aplicar un antiséptico suave para prevenir infecciones y cubrirla con un apósito estéril o un vendaje.
Es fundamental mantener la herida limpia y protegida para que cicatrice adecuadamente.

¿Cómo curar una herida crónica?

Para curar una herida que siempre está abierta y que no se cura, se requieren una serie de medidas:

  • Primero hay que eliminar factores desfavorables que interfieran con la recuperación como daños en la salud general del paciente, el entorno en el que vive y que puede favorecer a una mala higiene, etc.
  • Es importante mejorar la circulación sanguínea en el lugar de la herida para que se realice el proceso de cicatrización sin problema.

Las heridas crónicas pueden tardar mucho en sanar, incluso con un tratamiento intensivo, y después de la curación suelen reaparecer si no se eliminan los factores que dañan la herida.
El médico debe tener mucho cuidado y realizar el tratamiento de la forma menos traumática posible porque es necesario que el paciente mejore sin tanto daño.

Métodos para tratar heridas crónicas

Si estás pasando por esta compleja situación y tienes una herida que no cierra por diversas patologías, debes saber que el tratamiento de las heridas abiertas que no se curan conlleva mucho trabajo de todo el entorno familiar del paciente.
El plan de tratamiento debe tener siempre un enfoque médico y debe ser tratado por especialistas que colaboren en conjunto desde las áreas de medicina interna, infección y trauma. Con un método que sea integral de estas disciplinas es más fácil lograr la recuperación de la persona que padece esta condición.

¿Cuándo consultar al médico por una herida?

Si una herida no muestra signos de mejoría después de unos días y es posible que esté infectada, es importante buscar atención médica para prevenir complicaciones y conseguir una cicatrización adecuada.
Los síntomas de una posible infección en la herida pueden ser el enrojecimiento, hinchazón, sensación de ardor en la zona y la secreción de pus o líquido amarillento. Es importante acudir al médico si tenemos fiebre o escalofríos y sensación de malestar general.

Productos Salvelox que ayudan al tratamiento de una herida que no sana

Si tienes una herida abierta que no cicatriza, es importante consultar a un médico para descartar cualquier problema médico subyacente. Una vez que se haya descartado cualquier problema médico, hay una serie de productos Salvelox que pueden ayudar a que la herida cicatrice.
Es importante mantener la herida limpia y seca y cambiar el apósito con regularidad. También debes evitar rascar la costra, ya que esto puede retrasar la cicatrización.
Si tienes dudas sobre cómo tratar una herida abierta que no cicatriza, consulta a tu médico o farmacéutico.