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No importa si tienes cortes leves, profundos, quemaduras, arañazos, rasguños, incisiones por una operación quirúrgica, laceraciones, sea como sea existe el riesgo de una infección de la herida si no hay un buen cuidado del tejido afectado.
Una herida infectada que supura o que tiene pus, indica que no está curándose correctamente y puede derivar en otras complicaciones al propagarse a otras partes del cuerpo cuando la proliferación de bacterias se multiplica y pone en riesgo la salud.
Por ese motivo desde Salvelox, expertos en el cuidado de heridas, te contamos cómo saber si una herida está infectada, ayudándote a detectar los síntomas y las mejores curas para que sane lo antes posible.
Antes de contarte los principales síntomas que indican que una herida está infectada, debes saber que existen algunas causas que pueden hacer que la herida tenga más probabilidad de infección (por lo que, si es tu caso, deberás estar alerta para evitar que se infecte):
Es normal que, al principio, la piel que está alrededor de la herida esté enrojecida y los tejidos ligeramente calientes. Esto forma parte del proceso natural de cicatrización de la piel.
Pero al margen de eso, existen algunos signos que deberán alertarnos de que algo no va bien y que, probablemente, los microbios (bacterias, hongos, etc.) hayan entrado en la herida y la hayan infectado:
En casos de infección más severa de una herida, estos síntomas pueden ir acompañados también de:
Una herida infectada que no ha sido tratada adecuadamente puede tener varias consecuencias negativas. En primer lugar, la infección puede propagarse y afectar otras áreas del cuerpo, lo que puede provocar una enfermedad más grave.
Además, la infección puede retrasar la curación de la herida y prolongar el tiempo de recuperación. También puede causar dolor, inflamación, enrojecimiento y fiebre.
Por lo tanto, es importante tratar las heridas infectadas de manera oportuna y adecuada para prevenir complicaciones y promover una recuperación rápida.
Si detectas que tu herida se ha infectado, lo primero que deberás hacer es limpiar la herida con desinfectante varias veces al día. También es muy importante que, antes y después de manipular cualquier herida, te laves las manos a consciencia para reducir riesgo de complicaciones.
Si al cabo de unos días de seguir esta rutina de limpieza los síntomas de infección no desaparecen, o bien si tienes fiebre o vómitos, debes acudir al médico para que valore la gravedad de la infección y prescriba el tratamiento adecuado, según el tipo y profundidad de la herida, la afectación de la infección, etc.
Para evitar que una herida llegue a infectarse, es muy importante que las curas inmediatamente después de la lesión se hagan correctamente. Lo que buscamos es favorecer el proceso de cicatrización de la herida y reducir el riesgo de infección.
Para conseguir ese objetivo y prevenir que una herida no se infecte, deberás seguir estos 3 sencillos pasos:
En este paso de higienización de la herida, la dejaremos limpia y seca:
Una vez tengas la herida limpia y seca, deberás protegerla con un apósito para evitar que la suciedad vuelva a entrar y se infecte.
Durante todo el proceso de cicatrización y cura de una herida, necesitarás seguir las pautas de higiene y protección también en los días posteriores a la lesión (recuerda lavarte las manos siempre antes y después de tocar la herida):
Siguiendo estos pasos y sabiendo cómo detectar si una herida está infectada, tu herida estará siempre limpia, manteniendo las infecciones de microbios y/o bacterias al margen.
Una vez que sabes que una herida está siendo cuidada, probablemente usando un vendaje o un apósito, debes tener la certeza que está teniendo una sanación adecuada. Éstas son algunas señales que te indican que tu herida está sanando de manera correcta: