Pinchar las ampollas de los pies: ¿sí o no?

Seguramente en algún momento de tu vida has padecido ampollas en los pies, a causa de una quemadura o por exceso de roce o fricción en la zona. Y quizás también hayas sentido la necesidad de pincharlas para que, supuestamente, se curen antes. Pero… ¿es bueno explotar las ampollas? ¿Realmente eso va a curar antes la herida?

Desde Salvelox, expertos en el cuidado de heridas y ampollas, te aclaramos si debes explotarlas, en qué casos puedes drenarlas y qué pasos deberás seguir para que tu lesión se mantenga protegida y libre de infecciones.

Ampollas: ¿hay que explotarlas?

A la pregunta de si hay que explotar las ampollas de los pies la respuesta es no: hay que evitar reventarlas o pincharlas como normal general (existen algunas salvedades, que te explicaremos más adelante).

Cuando aparece una ampolla (al usar zapatos nuevos por primera vez, por ejemplo), existe la falsa creencia de que hay que pincharla para que salga el líquido. Pero en realidad, esa bolsa de líquido que crea nuestro organismo como respuesta a la lesión sirve, precisamente, para proteger toda la zona y para ayudar a que la herida se cure antes.

Por lo tanto, explotar las ampollas lo único que hace es multiplicar las probabilidades de que la herida se infecte (con todas las complicaciones que se derivan) y entorpecer su proceso natural de curación, retrasándolo.

Cuándo se puede drenar una ampolla

Como hemos indicado, las ampollas que tengan en su interior líquido transparente o cristalino, estén bien protegidas y desinfectadas no deben explotarse. Ellas solas se reabsorberán o romperán sin suponer ningún riesgo.

Sin embargo, hay ciertos casos en los que sí se pueden pinchar las ampollas para evacuar el líquido, siempre manteniendo las máximas condiciones de higiene y seguridad.

Los indicadores para tomar la decisión de drenar las ampollas dependerán:

  • De si hay infección: si desprende un olor desagradable, empeora su aspecto significativamente, no mejora con las curas, supura, pica, tienes fiebre…
  • De cómo sea el líquido del interior: si en lugar de un líquido transparente, dentro de la ampolla hay sangre o pus, algo no va bien y es conveniente explotar las ampollas para evitar una infección que pueda agravar la herida.
  • Del tamaño de la ampolla: si el grado de abombamiento es demasiado pronunciado, si la lesión afecta a más de una capa de la piel, si es muy grande, etc.
  • De la zona del pie en la que afecte: si la ampolla aparece justo en partes en las que se presiona al caminar y puede agravarse a causa del roce o la fricción, o en zonas muy dolorosas.

Ante cualquier duda, infección o empeoramiento de las ampollas, te recomendamos que acudas a tu centro de atención primaria para que el personal sanitario pueda valorar la gravedad de la lesión.

 

¿Cómo hay que explotar una ampolla?

Aunque siempre es más recomendable que quien drene la ampolla sea un/a especialista, si por el motivo que sea necesitas reventarla es fundamental que sigas unas medidas muy estrictas de higiene y desinfección:

  • Lávate muy bien las manos con agua y con jabón (antes y después de manipular la ampolla).
  • Limpia bien la ampolla y la piel de alrededor, con agua templada y jabón neutro, y sécala con una gasa, haciendo ligeros toques.
  • Utiliza material estéril: una aguja hipodérmica o una hoja de bisturí.
  • Pincha la ampolla una vez, en los laterales, cerca del borde.
  • Deja que salga el líquido, ayudándote con una gasa limpia para asegurarte de que se ha vaciado bien.
  • No retires la piel muerta, ya que te servirá como una capa de protección natural.
  • Aplica un producto antiséptico y una crema regeneradora.
  • Protege la herida con un apósito específico para ampollas, para acelerar el proceso de curación y evitar más fricción en el área afectada. En ese sentido, Salvelox Blister Rescue es nuestra gama más completa de apósitos para las ampollas (en dedos, talones, etc.), tanto cuando están intactas como cuando están abiertas o drenadas. Con compresas de hidrogel, los apósitos Blister Rescue protegen la piel con ampollas sin moverse de su sitio, alivian la presión, y se retiran fácilmente y sin dolor cuando sea necesario.

¿Qué no hay que hacer nunca?

Bajo ningún concepto hay que:

  • Explotar las ampollas si tienes problemas circulatorios, diabetes o sigues tratamientos que debiliten tu sistema inmunológico (patologías reumatológicas, oncológicas, trasplantes, entre otras).
  • Utilizar material no estéril como agujas de coser u otros materiales punzantes (aunque los pases por alcohol).
  • Explotar las ampollas con las manos, ejerciendo demasiada presión.
  • Introducir hilo de coser o similar en la ampolla, puede infectarla y agravarla.

 

Cuidados después de pinchar una ampolla 

Una vez tengas la ampolla drenada, limpia y protegida, es importante que mantengas la zona desinfectada y vayas observando su evolución para detectar cualquier síntoma de infección.

Además, te recomendamos que:

  • Procures minimizar el roce y la fricción en la zona afectada.
  • Utilices calzado cómodo y holgado, que no roce directamente con la ampolla y/o herida.
  • Te pongas calcetines de algodón y transpirables.

 

El apósito para cubrir la ampolla se debe dejar hasta que se desprenda solo (un máximo de 5 días). Si tuvieras que cambiarlo por otro, no tires hacia arriba, estíralo lentamente y con cuidado, siempre en la dirección de la piel.

Cuando la ampolla se haya curado por completo, no te pierdas nuestros consejos para prevenir las ampollas.

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