Prevención y tratamiento de ampollas

 

¿Qué es una ampolla?

Las ampollas aparecen primero como manchas rojas y sensibles en la piel, y más tarde pueden convertirse en un bulto lleno de líquido claro entre las capas externas de la piel. Es la reacción protectora del cuerpo a la presión o una lesión.

¿Qué causa las ampollas?

La fricción y el roce intenso de la piel causan las ampollas. Generalmente, se trata de la fricción de los calcetines o los zapatos rozando la capa superior de la piel. Las ampollas en los pies suelen aparecer cuando se utilizan zapatos nuevos o apretados, o sandalias o tacones altos sin calcetines. El riesgo de sufrir una ampolla por fricción aumenta cuando los pies están calientes e inflamados, por ejemplo, durante los entrenamientos, las caminatas o cuando hace calor.

¿Se debe reventar una ampolla?

No. La burbuja de la ampolla puede estallar por el roce o la presión, o bien drenarse de líquido de forma natural. Sin embargo, se recomienda mantener la burbuja de la ampolla intacta y no perforarla deliberadamente. Si se perfora, aumentará el riesgo de tener una ampolla infectada y la curación se retrasará.

¿Cuánto duran las ampollas?

Normalmente, las ampollas se curan solas en una semana. Si se irrita la piel rozada, es muy posible que causen dolor. Por lo tanto, sería conveniente cubrirla con un apósito para ampollas con el fin de protegerla.

Cómo librarse de las ampollas:

Para prevenir o tratar las ampollas ya existentes puedes utilizar un apósito para ampollas. ¿Sabes que hay dos tipos diferentes de apósitos para ampollas? Salve ofrece ambos tipos de apósitos para ampollas y cada uno puede utilizarse para un fin diferente. ¿Cómo actúan los apósitos para ampollas?

Salvelox Blister Prevention es un apósito hidrocoloide que debe usarse antes de que se forme la ampolla. Este apósito protege de la presión y de la fricción y previene que se formen las ampollas.

Salvelox Blister Rescue debe utilizarse para proteger la ampolla una vez ya se ha desarrollado. El apósito para ampollas tiene una almohadilla de hidrogel con menor adherencia que facilita su retirada sin dañar la ampolla del pie.

Cómo curar ampollas en los pies: Blister Rescue

Si te sale una ampolla, debes intentar minimizar la presión y la fricción y evitar los zapatos que la rocen. Utiliza Salve’s Blister Rescue con almohadillas de hidrogel para proteger la ampolla y aliviar la presión. Una vez puesto el apósito para ampollas, evita realizar la actividad o usar los zapatos que la causaron hasta que se cure. Este consejo es especialmente importante para quienes se preguntan cómo curar las ampollas en los pies rápidamente. Los apósitos Salve’s Blister Rescue están disponibles en diferentes formatos según el tamaño de la ampolla y su localización.

  • Ampolla en los dedos de los pies: Si tienes una ampolla en un dedo del pie, debes utilizar un apósito especialmente diseñado para los dedos del pie, como Salve’s Blister Rescue Toes.
  • Ampolla en los talones: Si tienes ampollas en la parte posterior del talón, puedes utilizar Salvelox’s Blister Rescue Heels o Blister Rescue XL, dependiendo del tamaño de la ampolla.

Cómo prevenir las ampollas en los pies: Prevención de ampollas

Las ampollas son consecuencia del roce de la piel y de la presión. Además, en la piel húmeda suelen aparecer ampollas con más facilidad. Por lo tanto, la mejor manera de prevenir la aparición de ampollas es reducir y eliminar las posibles fuentes de fricción y presión y mantener los pies secos. Ten en cuenta también que el riesgo de sufrir ampollas aumenta cuando los pies están calientes e inflamados.

1. Como prevención, utiliza apósitos hidrocoloides para ampollas.

Los apósitos para ampollas Salve’s Blister Prevention en material hidrocoloide ayudan a proteger la piel de la fricción y alivian la presión. Cuanto antes te apliques un apósito para ampollas, más eficazmente se podrá prevenir una ampolla en el pie. Utiliza el apósito en la zona donde la piel pueda estar expuesta a la fricción. Los apósitos para ampollas Salve’s Blister Prevention se encuentran disponibles tanto para los dedos de los pies como para los talones.

2. Doma los zapatos nuevos

La mejor forma de evitar que tus zapatos nuevos te causen ampollas es usarlos en casa unos días antes de empezar a llevarlos durante más tiempo. Quítate los zapatos antes de que empiece a sentir dolor. De este modo, ablandará los zapatos y descubrirás las zonas expuestas en las que rozan los pies. Utiliza calcetines cuando estrenes zapatos nuevos para proteger tu piel de la fricción.

3. Mantén los pies secos y limpios

Si vas a caminar distancias largas, es importante utilizar un calzado cómodo y cambiarse de calcetines a menudo para mantener los pies secos y limpios. El uso de dos calcetines puede ayudar a reducir la fricción entre zapatos y pies. Usa un calcetín fino y liso debajo y un calcetín más grueso, por ejemplo de lana, encima. Asegúrate de que los calcetines no se arrugan ni hacen que le aprietan demasiado los zapatos. Además, debe cambiar los calcetines con frecuencia para que no se humedezcan, sobre todo te le sudan los pies. No utilices calcetines de algodón, ya que se humedecen con más facilidad.

¿Cómo se forman las ampollas?

Sin ampollas

Para evitar la aparición de una ampolla, puedes aplicar Salve’s Blister Prevention para proteger tu piel.

Punto caliente

Esta fase es corta. Cuando notes un punto caliente, la ampolla no tarda en empezar a formarse. Si sientes un ligero escozor, se trata del desgarro bajo la superficie de la piel que empezará a convertirse en una ampolla. Para prevenir que se forme, debe detener rápidamente la presión y el roce sobre la piel. Puedes proteger el punto caliente cubriéndolo con un apósito para ampollas hidrocoloide tradicional que alivie la presión y la fricción, por ejemplo, Salve’s Blister Prevention.

Capa superior intacta

Cuando la ampolla se forma, crea una burbuja llena de líquido entre las capas superiores de la piel. Su misión es proteger y amortiguar las capas más internas de la piel para que no sufran mayores daños por la presión y la fricción, y también ayudar a que la herida sane con mayor rapidez. Cuando se ha producido una ampolla, hay que intentar minimizar la presión y la fricción. Puedes proteger la ampolla con un apósito para ampollas especialmente diseñado para la protección de las ampollas ya existentes, por ejemplo el apósito Salve’s Blister Rescue.

Capa superior rota

En esta fase es importante limpiar bien la herida y asegurarse de que se mantiene la ampolla abierta protegida con un apósito para ampollas. Esto se debe a que las bacterias pueden entrar fácilmente en la herida abierta e infectarla. Se recomienda utilizar un apósito para ampollas con una almohadilla de hidrogel que proteja la ampolla y pueda retirarse fácilmente sin dañarla, por ejemplo Salve’s Blister Rescue. No despegue la piel muerta de la parte superior de la ampolla. Esta piel se caerá de forma natural una vez la nueva piel se haya desarrollado.

Sin capa superior

La ampolla pierde su cobertura si la piel de la parte superior se frota o se quita. Si no la ha tratado en las primeras etapas y el roce en la ampolla continúa, esta perderá su capa superior. Las ampollas sin capa superior suelen ser más dolorosas, más susceptibles a las infecciones y tardan más en curarse. Asegúrate de limpiar bien la herida para evitar que se infecte y coloque un apósito especialmente diseñado para las ampollas ya existentes y que tenga una almohadilla de hidrogel, por ejemplo, Blister Rescue.

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