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Cortes leves, profundos, quemaduras, arañazos, rasguños, incisiones por una operación quirúrgica, laceraciones… Sea como sea la herida, existe riesgo de que se infecte y se convierta en una herida infectada con pus, por ejemplo. Una herida que supura o que tiene pus indica que no está curándose correctamente y puede derivar en otras complicaciones (que se propague a otras partes del cuerpo, entre otras).
Por ese motivo desde Salvelox, expertos en el cuidado de heridas, te contamos cómo saber si una herida está infectada, ayudándote a detectar los síntomas y las mejores curas para que sane lo antes posible.
Antes de contarte los principales síntomas que indican que una herida está infectada, debes saber que existen algunas causas que pueden hacer que la herida tenga más probabilidad de infección (por lo que, si es tu caso, deberás estar alerta para evitar que se infecte):
Es normal que, al principio, la piel que está alrededor de la herida esté enrojecida y ligeramente caliente. Esto forma parte del proceso natural de cicatrización de la piel.
Pero al margen de eso, existen algunos signos que deberán alertarnos de que algo no va bien y que, probablemente, los microbios (bacterias, hongos, etc.) hayan entrado en la herida y la hayan infectado:
En casos de infección más severa de una herida, estos síntomas pueden ir acompañados también de:
Si detectas que tu herida se ha infectado, lo primero que deberás hacer es limpiar la herida con desinfectante varias veces al día. También es muy importante que, antes y después de manipular cualquier herida, te laves las manos a consciencia para reducir riesgo de complicaciones.
Si al cabo de unos días de seguir esta rutina de limpieza los síntomas de infección no desaparecen, o bien si tienes fiebre o vómitos, debes acudir al médico para que valore la gravedad de la infección y prescriba el tratamiento adecuado, según el tipo y profundidad de la herida, la afectación de la infección, etc.
Para evitar que una herida llegue a infectarse, es muy importante que las curas inmediatamente después de la lesión se hagan correctamente. Lo que buscamos es favorecer el proceso de cicatrización de la herida y reducir el riesgo de infección.
Para conseguir ese objetivo y prevenir que una herida no se infecte, deberás seguir estos 3 sencillos pasos:
En este paso de higienización de la herida, la dejaremos limpia y seca:
Una vez tengas la herida limpia y seca, deberás protegerla con un apósito para evitar que la suciedad vuelva a entrar y se infecte.
Durante todo el proceso de cicatrización y cura de una herida, necesitarás seguir las pautas de higiene y protección también en los días posteriores a la lesión (recuerda lavarte las manos siempre antes y después de tocar la herida):
Siguiendo estos pasos y sabiendo cómo detectar si una herida está infectada, tu herida estará siempre limpia, manteniendo las infecciones de microbios y/o bacterias al margen.